¿Por qué tu pelo no crece (aunque jures que sí lo cuidas)?

Spoiler: Tú no practicas una rutina capilar, tú practicas un autosabotaje.
¿Sientes que llevas años dejándote el pelo largo pero sigue estancado en modo “media melena sufrida”? Tranquila, no estás sola. Hay una legión de melenas que se quedan atrapadas en el limbo capilar: ni largo, ni corto, ni con gracia. Y lo peor es que tú sientes que haces todo bien. Mascarilla cada semana, corte de puntas cuando toca, cero planchas... ¿entonces por qué tu pelo no pasa del hombro?
Spoiler 2: Porque probablemente estás cayendo en alguno de estos errores silenciosos que sabotean el crecimiento desde las sombras, cual ex tóxico con cuenta fake en Instagram.
1. No es que no crezca... es que se rompe
Tu raíz sí está haciendo su trabajo. Pero las puntas, pobres, no aguantan ni una temporada más. Si tu cabello está débil, deshidratado y maltratado, lo que crece arriba se rompe abajo. Resultado: la longitud se mantiene igual. Y tú, en modo “¿me lo cortaron más de lo que pedí?”. Deja de autoengañarte, no todo es culpa de tu estilista.
Solución: añade a tu rutina tratamientos fortificantes con keratina vegetal, aceites nutritivos y cero sulfatos. Y sí, eso incluye decirle adiós a la coleta ultra tirante con gomita del bazar.
2. Corte de puntas... pero de verdad
“No me cortes nada, solo lo quemado”. A ver, amiga: si tienes puntas abiertas, no hay producto que las resucite. Haz como con tu ex y corta de raíz. Un buen corte, aunque duela un poquito, es el punto de partida para un crecimiento sano. Mejor un pelo más corto pero con potencial, que un largo sin vida.
3. Tu cuero cabelludo necesita spa
Si no cuidas el cuero cabelludo, el folículo capilar se asfixia. Pasa lo mismo que si plantas algo en tierra seca y compactada: no va a crecer ni una mísera hoja. Usa exfoliantes capilares una vez a la semana, haz masajes para activar la circulación y deja de acumular residuos de productos sin aclarado.
4. Estrés, mala alimentación y dormir mal: Las tres Marías, la caca, la mierda y la porquería
Sí, todo influye. El pelo es tu amiga borde que te canta las verdades a la cara pero que te quiere. Si estás comiendo mal, durmiendo a trompicones y con niveles de estrés dignos de final de MasterChef, tu melena lo nota. No te pedimos que te conviertas en una drogodependiente capilar, pero sí en alguien que se cuida un poquito más.
Moraleja: El pelo largo y sano no es un milagro, es constancia (y buena elección de productos, claro). ¿El primer paso? Dejar de autoengañarte y empezar a darle a tu melena lo que realmente necesita.